Marcelo Quiroga, titular del Centro Comercial e Industrial de Paraná, expresó su preocupación por la fuerte retracción económica que está afectando al comercio en la ciudad. En diálogo con el programa Lo tuyo ya sale ( Radio Plaza) dijo que la crisis está golpeando duramente a un sector en el que la mayoría de los habitantes dependen de trabajos relacionados con el comercio y empleos públicos.
Además, señaló que la retracción en los haberes de los trabajadores, a pesar de los esfuerzos del gobierno por controlar la inflación, no ofrece perspectivas de recuperación en el corto plazo. Esta situación pone a los comercios al borde del cierre.
"El impacto de la retracción económica es fuerte producto de la caída de las ventas en los comercios. Paraná es una ciudad que en su gran mayoría los habitantes son trabajadores de comercio, muy poca industria, y trabajadores públicos. Estos últimos también tuvieron una retracción en sus haberes y no se avizora la posibilidad de que haya un recupero en el bolsillo", subrayó.
Entre los rubros más afectados, Quiroga destacó a las farmacias, ópticas, bazares, ferreterías y la construcción. En particular, la situación en el sector de la construcción es preocupante, ya que no se vislumbra una recuperación que permita volver a niveles considerados normales. En cuanto a los otros rubros mencionados, la caída en las ventas es aún más pronunciada.
Comercios de Paraná, golpeados por la crisis
"No ha habido una recuperación, esto se ha ido profundizando. Hay que tener en cuenta el tarifazo de servicio, tanto en luz y gas, que ha impactado. Así también aumento en cuotas de escuelas, obras sociales y alquileres. Entonces, la gente prioriza lo urgente, lo que se necesita para sobrevivir", aseveró.
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Asimismo, Quiroga señaló un cambio en el comportamiento del mercado: el regreso de las modistas y la revalorización del rubro de la confección y arreglo de ropa. Esto podría indicar una adaptación del consumidor a la nueva realidad económica, buscando opciones más accesibles y económicas para satisfacer sus necesidades.
"Hay una realidad gravísimas para las pymes y es afrontar los costos de un despido: la indemnización y honorarios de abogados. La industria del juicio daña muchísimo al pequeño comerciante. Se te hace cuesta arriba. Por ahí se privilegia otras opciones más posibles de afrontar", reiteró.
"El ciudadano de a pie viene padeciendo y no ve posibilidades de que a fin de junio estemos todos bien de vuelta. El mensaje de los economistas que no están participando del gobierno indican que faltan unos meses. Quiero ver cuántos quedan de pie. Está bien el mensaje de la macroeconomía, sabíamos que iba a ser duro. Pero dijeron que en seis meses iban a arreglar las cosas. Sin embargo, no vemos que la luz esté cerca", finalizó.
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