En el marco de la crisis y el congelamiento de todos los fondos para obra pública por parte del Gobierno nacional, más aún tras el fracaso legislativo de la Ley Ómnibus, se llevó adelante una reunión entre el Gobierno provincial y la Cámara de la Construcción de Entre Ríos, donde hubo un acuerdo para reactivar algunas obras. Al respecto, la presidenta de la entidad, Laura Hereñú, dialogó con el programa Puede Fallar en Radio Plaza, informó lo que se acordó en el encuentro y describió el panorama para el sector. Afirma que por las medidas del gobierno de Javier Milei, se perdieron 2.500 puestos de trabajo.

“Nosotros como Cámara hemos venido trabajando de manera conjunta cuando el Gobierno asume porque en ese momento las cuentas públicas que estaban en una situación compleja, no se conocía el estado de la deuda y había algunas deudas con las empresas constructoras. Se pidió un tiempo de 60 días de parte del Gobierno para analizar las cuentas. En ese marco nos sentamos a hablar ayer del pago de la deuda que estaba pendiente, está el compromiso del Gobierno provincial de pagar esta deuda. Y por otro lado, de reactivar las obras que dentro del marco financiero que ellos pueden. Acá tenemos que entender que muchas de las obras están con el financiamiento cortado a nivel nacional, son fondos que no estaban previstos dentro del presupuesto provincial para hacerle frente con nuestro Tesoro. Así que seguramente muchas de las obras no se reiniciarán inmediatamente. Algunas se van a reiniciar con un ritmo más lento, pero entendemos en este marco en el que estamos situados, que el gobierno provincial plantea un plan de poder sobrevivir en este tiempo, con los mínimos de obra en ejecución, para mantener el patrimonio y para que las empresas tengan una un tiempo de sobrevida mayor, no caer el empleo y poder movilizar mínimamente la industria de la construcción, que movemos y todo el comercio local que también se mueve a través de la construcción. Lo entendemos como un buen gesto, hay muchas cosas todavía que seguir dialogando con el gobierno provincial porque las condiciones macroeconómicas hoy no están permitiendo que las cosas sigan adelante. No obstante eso, vemos como una buena señal que primero el Gobernador tenga en cuenta la obra pública como primordial dentro del marco de un gobierno nacional que dice que no va a haber obra pública, lo cual condena al patrimonio de todos a desaparecer. Y obviamente a dejar sin acceso al agua, al saneamiento, a la vivienda, a la escuela, a muchísimas personas que no tendrían otra forma de llegar si nos fuera a través de la inversión pública. Creo que es un gran gesto de parte del Gobierno provincial y después cada empresa irá haciendo la negociación obra por obra junto con el gobierno provincial y el análisis necesario para que la obra pueda continuar en condiciones lo más óptima posible dentro de lo mínimo que se pueda ir ejecutando”, describió la referente del sector. .

—Con esta actitud del Gobierno nacional de no enviar fondos y paralizar la obra, las empresas tuvieron que llevar adelante despidos ¿Hoy esta respuesta del Gobierno provincial permite mantener la planta que está operativa? 

—Sí. Lo bueno de esto es que nosotros vemos que el gobierno provincial está tratando de moverse para poder conseguir los financiamientos. No nos olvidemos que el tesoro provincial también está afectado por la falta de las coparticipaciones. Esto complica aún más, además de las obras que tenían fondos nacionales, así que entendemos que vamos a poder sobrevivir con lo que estamos teniendo en este momento. Pero creo que también está el esfuerzo de las empresas de poder mantener lo mínimo indispensable y poder pasar este tiempo duro. Y si el financiamiento y las gestiones provinciales son exitosas, probablemente en un par de meses esta situación se pueda revertir. Es importante estar ordenados, que haya un diálogo y poder continuar con la mínima actividad, pero poder sostener las empresas para que cuando realmente la obra pùblica se pueda reactivar, podamos seguir adelante y reactivar, quizás en un año o dos, la actividad normal que estábamos teniendo, o por lo menos permitir esta transformación que el Gobierno nacional quiere de las empresas constructoras, que en este momento se ve como bastante complicado en el contexto en el que estamos. 

—En esta sobrevida, cuántas empresas son las que van a estar sobreviviendo a partir de esta medida del Gobierno provincial? ¿Y cuántos puestos de trabajo se están salvando en estos momentos? 

—Hay que entender que por lo menos en la provincia se perdieron, estimamos, unos 2500 puestos de trabajo. Esto quiere decir que afectados a la obra pública estarán quedando quizás poco más de 2.500 más, lo demás está afectado a la obra privada que también se ve afectado, pero ya por otras cuestiones que tienen que ver con el mercado, con la suba y la falta de materiales. Lo cual empeora la situación del sector porque no tiene donde ir a refugiarte. Los empleados y proveedores encuentran dificultad para refugiarse en el sector privado y la obra pública que decae, esto genera una gran deflación del contexto de la construcción. No obstante, en la obra pública se irán a sostener aproximadamente unos 3000 puestos de trabajo dependientes con este mantenimiento mínimo, si es que lo podemos sostener y todo va bien. Entendemos que sí, que el gobierno está ordenando las cuentas públicas con seriedad y en ese marco queremos tratar de acompañar para continuar lo máximo positivo. 

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—¿Qué cantidad de empresas son aproximadamente? 

—En la reunión de ayer estuvieron 35 empresas. Aún hay más, que son empresas pequeñas que hacen los mantenimientos y las obras de emergencia que ahora se van a poner mucho en marcha con las obras de mantenimientos escolares que el Gobernador se comprometió a continuar en el marco del inicio de clases. Así que eso seguramente van a ser muchas más que son pequeñas empresas, en muchos casos unipersonales, algunas no pertenecen a la Cámara, pero nosotros cuando hacemos la gestión hacemos la gestión para todo el sector, no para las empresas solamente. 

—Las obras que continúan las irá definiendo el Gobierno? Porque hay muchos vecinos que están expectantes por la obra del agua, el cordón cuneta, la llegada de distintos servicios.  

—Acabo de recibir a unos vecinos de Paraná que estaban preocupados, vinieron a consultar a la empresa a ver qué pasaba con la obra de su frente, comentándoles un poco de esta situación. Entendemos que las obras quedan paralizadas y muchas veces una trata como empresa de resguardar lo mínimo necesario para la seguridad de todos. Pero las obras se necesitan, hoy si las tuvieran que hacer los vecinos con fondos propios sería imposible llevarlo adelante, y muchas obras han quedado por la mitad. Eso lo va a ir definiendo el Gobierno en función de la caja y de las necesidades de la obra. Están haciendo un análisis técnico exhaustivo para poder continuarlo y trabajarlo con los técnicos de las empresas. Esta es la realidad provincial, cada municipio tiene su realidad diferente, así que también estamos trabajando con los municipios para poder traccionar en esto. Los municipios van en otro ritmo, diferentes de la provincia. La provincia va marcando el compás de la situación y los municipios se van acoplando después.