El último Informe de la Cámara de la Industria y el Comercio de Carnes y Derivados de la República Argentina (CICCRA), sostiene que el consumo de carne vacuna cayó de abril de 2024 un 18,5% comparado con 2023.
Esta síntesis estadística es reflejo de un cambio (forzado) en los hábitos de consumo debido a la pérdida de poder adquisitivo de importantes sectores la población.
Fabricio, propietario de una carnicería cercana al centro de Paraná, contó al móvil de Radio Plaza que notó cambios importantes en los últimos meses: “Gente que hacía peñas dos o tres veces por semana, ahora puede hacer una o dos veces por mes”.
“Cambió mucho la clientela”, admitió el comerciante, que explicó que antes se hacían “provistas más variadas, de mucha mayor cantidad de productos”, mientras que hoy en día “compran lo que se consume a diario o, a cierta altura del mes, se compra en base a lo que está quedando, una vez saldada las cuentas del mes”.
Según el informe de CICCRA, el consumo per cápita de carne vacuna habría sido equivalente a 42,6 kilos/año en marzo de 2024, ubicándose 18,5% por debajo del verificado en marzo de 2023. En tanto, el promedio de los últimos doce meses del consumo aparente de carne vacuna quedó en 50,0 kilos por habitante por año, es decir 4,2% por debajo del promedio de un año atrás.
Otro aspecto que se observa en el comportamiento de los consumidores es el uso cada vez mayor de diferentes herramientas financieras y de pago electrónico, desde tarjetas de crédito hasta las diversas aplicaciones y billeteras virtuales que impliquen descuentos o reintegros.
Claramente, el condicionante está en los precios y el retraso salarial con respecto al proceso inflacionario. En el local consultado por Radio Plaza, el kilo de asado de ternera ronda los 8500 pesos mientras que el novillo puede conseguirse a 6000 pesos, aunque no es uno de los productos más demandados por los clientes de la zona.
Por otro lado, hubo un fuerte incremento del precio del pollo, sobre todo la pechuga: “De un día para el otro subió un 30%, un kilo de pechuga llegó a 7.000 a 9.000 pesos, cuando un kilo de pulpa ronda los 8.000 pesos”, comparó el comerciante