Hay 8 universidades argentinas en el ranking del Center for World University Rankings (CWUR), que evalúa a las 2000 mejores instituciones de educación superior a nivel global. Como en otros rankings, la Universidad de Buenos Aires (UBA) queda en la posición más alta en el país: ocupa el puesto 390. El informe del CWUR advierte que las universidades argentinas están “perdiendo competitividad” en el escenario internacional en comparación con “instituciones bien financiadas”.
Todas las instituciones argentinas que figuran en el ranking CWUR son estatales. Detrás de la UBA aparecen las universidades nacionales de La Plata (puesto 732) y Córdoba (974). En la segunda mitad de la tabla global figuran las universidades nacionales de Rosario (1517), Litoral (1675), Cuyo (1747), Mar del Plata (1763) y la Universidad Nacional del Sur (1895). Todas empeoraron sus puestos con respecto a 2023, con excepción de la Universidad Nacional de Córdoba (UNC), que subió 15 puestos.
Ranking CWUR 2024: las universidades argentinas en el top 2000
Las universidades de América Latina también quedan relativamente mal posicionadas en esta clasificación. La UBA ocupa el cuarto puesto regional, superada por las universidades de São Paulo (117), Universidad Nacional Autónoma de México (281) y Campinas (370). El top 10 regional se completa con la Pontificia Universidad Católica de Chile (400), Universidad Federal de Río de Janeiro (401), Estado de São Paulo (437), Universidad de Chile (444), Universidad Federal de Rio Grande do Sul (464) y Universidad Federal de Minas Gerais (495).
Según CWUR, Harvard es la mejor universidad del mundo (por 13° año consecutivo). La siguen otras dos instituciones privadas estadounidenses, el MIT (puesto 2) y Stanford (3), mientras que Cambridge (4) y Oxford (5) en el Reino Unido son las principales instituciones públicas de educación superior del mundo.
El resto del top 10 mundial lo completan universidades privadas estadounidenses: Princeton, Columbia, Pennsylvania, Yale y Caltech. El informe indica también que, aunque Estados Unidos encabeza la lista, “el 95% de las universidades chinas crecen gracias a una fuerte inversión en investigación y desarrollo”.
Para confeccionar este ranking global, CWUR considera cuatro factores: calidad de la educación (25%), empleabilidad (25%), calidad de los profesores (10%) e investigación (40%). Este año se clasificaron 20.966 universidades, pero solo las mejores 2000 ingresaron al ranking, que incluye instituciones de 94 países.
Ranking CWUR 2024: las 10 mejores universidades del mundo
A diferencia de otros rankings universitarios como el QS, en el que las instituciones de Argentina quedan mejor ubicadas, la medición de CWUR otorga un peso mayor a la investigación, especialmente la publicada en revistas anglosajonas. Eso contribuye a explicar la baja ubicación de las universidades argentinas y latinoamericanas. Las instituciones locales vienen cayendo en ediciones previas: el escenario no es nuevo, pero podría profundizarse en un contexto de recorte presupuestario.
Según el informe de CWUR, el declive de las universidades argentinas en esta medición se debe a “una caída en el desempeño de la investigación, en medio de una creciente competencia global por parte de instituciones bien financiadas”.
El factor clave: presupuesto para sostener la investigación
“Está claro que la posición de Argentina en educación superior e investigación está bajo una presión cada vez mayor. En los últimos cinco años, la participación global de Argentina en investigación científica cayó un 18% mientras que, en comparación, la participación de China creció un 33%. Sin una inversión gubernamental adicional en investigación y desarrollo, Argentina enfrenta la posibilidad de caer aún más en el futuro”, señaló Nadim Mahassen, presidente del CWUR.
“Tenemos más éxito en el ranking QS porque el 50% de la ponderación final se debe a encuestas de percepción entre empleadores y académicos. Pero una cosa es la percepción, lo que uno piensa sobre la universidad A o B, y otra muy diferente es cuando un ranking se basa en indicadores duros como la producción científica”, explicó Marcelo Rabossi, profesor e investigador de la Universidad Torcuato Di Tella, a Infobae. Y distinguió que, a diferencia de las primeras universidades del ranking CWUR, “Argentina no cuenta con ninguna universidad que pueda definirse como de investigación pura. En todo caso, cuenta con universidades con investigación”.
El factor clave estuvo en agenda en estos mesesy se visibilizó en la marcha del pasado 23 de abril: no hay investigación sin financiamiento. “Para hacer investigación se necesita contar con un gran presupuesto, y no solo para las ciencias duras o médicas, en las que es fundamental contar con buenos laboratorios y tecnología de punta. Parte del presupuesto para hacer investigación se invierte en recursos humanos de dedicación exclusiva. Son estos los que hacen investigación, los que cuentan con tiempo y formación para hacerla. Pero son recursos caros, por eso las universidades en Argentina utilizan docentes de dedicación simple, que insumen un menor presupuesto en términos comparativos y solo cumplen funciones de docencia y, en el mejor de los casos, hacen algo de investigación”, describió el especialista.
Las condiciones de contratación de los docentes son muy diferentes en las instituciones “de élite” que encabezan el ranking. “Para tener una idea, las universidades que se ubican en los primeros 50 lugares en general cuentan con un plantel docente de dedicación exclusiva de al menos un 60% y hasta un 95% del total. En la Argentina, en promedio es solo el 10%”, analizó Rabossi.
La comparación de los presupuestos resulta abrumadora. “Anualmente Harvard invierte unos 6.000 millones de dólares: un monto equivalente al total del presupuesto de las 56 universidades nacionales argentinas, incluidos los fondos que ellas mismas generan”, indicó el profesor de la UTDT.
De cara al futuro, Rabossi advirtió: “Cuanto menos se invierta, menor será nuestra relevancia, sobre todo si comparamos el esfuerzo y los fondos que invierten los países desarrollados. En este sentido, solo nos salva nuestra tradición histórica, contar con buenos investigadores y el esfuerzo humano. Pero hoy en día, eso solo no basta”.
Fuente: Infobae