El bioquímico, investigador principal del Conicet, Gabriel Rabinovich, habló en exclusiva con Radio Plaza y explicó la tarea de Galtec, la primera startup biotecnológica argentina de financiamiento público y privado que investiga la cura contra el cáncer y otras enfermedades autoinmunes.
En diálogo con el programa Puede Fallar, el investigador comentó que junto a colegas y otros especialistas crearon Galtec, una empresa de base tecnológica (EBT) que busca transformar descubrimientos científicos de tres décadas en nuevas estrategias terapéuticas para el tratamiento del cáncer y de enfermedades autoinmunes e inflamatorias. A través de la modulación -aumento o bloqueo- de la actividad de la proteína Gal-1, con el objetivo de manipular el funcionamiento del sistema inmune frente a distintas enfermedades.
"Durante varios años nosotros habíamos demostrado el papel de una proteína llamada Galectina 1 frente al escape tumoral y frente a la resolución de la respuesta inflamatoria y autoinmune. Básicamente habíamos demostrado un paradigma a través del cual Galectina 1, esta proteína producida por tumores, elimina al sistema de defensa que sirve para poder eliminar el tumor, pero su vez también sirve para poder eliminar la respuesta autoinmune inflamatoria", dijo el científico.
En ese sentido, agregó: "En función de eso, durante estos últimos 10 años generamos dos tecnologías: un anticuerpo monoclonal neutralizante que bloquea Galectina 1 a los fines de aumentar la respuesta inmunológica frente al tumor y disminuir la vascularización y, por otro lado, una variante de Galectina 1 que elimina linfocitos T que juegan un rol en autoinmunidad, en este proceso que le llamamos 'el doctor Dr. Jekyll y Mr. Hyde', con una proteína puede tiene características opuestas de acuerdo a la enfermedad. En función de esto dijimos, por qué no plantearlo como estrategia terapéutica para pacientes con distintos tipos de tumores o para pacientes con distintas enfermedades autoinmunes. Y ahí surgió cuál sería la estrategia para poder llegar a los pacientes. Luego surgió la idea de poder hacer una empresa de base tecnológica con las patentes licenciadas por el Conicet y ser nosotros mismos los que hagamos madurar esas tecnologías hasta llegar a la gente".
"Fue una de un desafío muy grande, porque nosotros somos científicos, sabemos hacernos preguntas, hacer experimentos, publicar papers, pero sabemos muy poco de esto. La verdad es que nos cerró mucho la idea porque era una forma de devolverle al también al Conicet y al Estado en regalías de estas patentes, cada uno de este los esfuerzos que hizo para poder mantener nuestros becarios y equipamientos. Sentíamos que podíamos acompañar muchísimo más a los productos y a las tecnologías, haciéndolos madurar hasta que estén realmente muy maduros para poder llegar a los pacientes y para transformarlo en un medicamento y ahí sí poder licenciarlos", completó.